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Blog de Victoria Vázquez R.

LOS VIGILANTES DE LA ORTODOXIA

Pues no. Lo siento, pero a un servidor no se “le hinchó la vena”. ¿Será porque, debido a mi edad provecta se me están embotando los resortes del progreso y estoy sumido en la caverna? Será. Opino, muy por el contrario, que se trata de una medida muy sensata, que sorprende no se haya adoptado antes. ¿O es que se puede esperar que salga algo productivo de alumnos que ignoran el vehículo del conocimiento, sea castellano, catalán o suajili. No. La medida no tiene nada de horrible. Ni para el alumno, ni para el profesor. Por lo que a este se refiere, me van a permitir la impudicia de que les haga una confidencia, por si les fuera de utilidad. El día que comprendí que sobraba en la enseñanza secundaria fue aquel en que me enfrenté, por primera y última vez, a un curso mixto, mitad de inmigrantes y mitad españoles, en el que cualquier tipo de actividad académica, por elemental que fuera, quedaba condenada al fracaso por el desconocimiento de la lengua. Al final, terminé enseñando ortografía, lo que en sí no tiene nada de malo, sólo que la actividad guardaba poca relación con la titulación que en su momento se me exigió para ejercer la docencia. Ya digo, aquel día me percaté, no sin cierta amargura, de que estaba mandado retirar. Y  obré en consecuencia.

Que situaciones como la descrita les parezca a algunos/as el colmo del progresismo, es algo que debe tener más que ver con algún tipo de patología social y moral que con los intereses de la enseñanza. Y ahí los tienen, a los sindicatos, entonando su eterno mantra de que la medida es segregadora y discriminatoria, para ocultar su odio a cualquier tipo de excelencia por sospechosa de elitismo. Aunque, si bien se mira, acaso la cosa sea pelín más prosaica. Porque ya comprenderán ustedes que hay que comer todos los días, y para eso han sido pagados, para dar patentes de progresismo y vigilar la ortodoxia, no se nos vaya a desmandar el rebaño. Es lo mismo que sucede con los vigilantes/as de la coeducación y el machismo. Siempre alertas, siempre avizores, siempre de guardia. A la caza y captura de cualquier culo, teta o canalillo que no se atengan a la ortodoxia. Y es que nada se parece tanto aun beato/a de derechas que un beato/a de izquierdas. ¡Dioses del Olimpo, qué tropa!

2 comentarios

Roberto de Saint-Loup -

Estoy de acuerdo, Victoria. El público nos castiga con el látigo de su indiferencia, y ésta, como dijo no se quién, es la forma más refinada de crueldad. En relación a la integración, está claro que en las aulas no se cumple lo que la Academia define, entre otras cosas porque para el progre cínico, valga la redundancia, integrar es sinónimo de almacenar en un mismo espacio elementos de naturaleza muy diferente. Dicho a la pata la llana, mezclar churras con merinas.Los resultados están a la vista.

Victoria -

Ni por lo espinoso del tema se anima este "humilde"-como diría alguno, no sin una gran dosis de ironía-blog.
La RAE define integración como "hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo". En nuestras aulas, ¿se está haciendo esto así?